Presentamos la crítica de Erick Estrada a Crisis sin dejar de subrayar que Armie Hammer, uno de los protagonistas de la película, ha sido acusado de violación y maltrato sexual a distintas mujeres.
Crisis
La farmacéutica
Por Erick Estrada
Cinegarage
Es probable que estemos muy acostumbrados a conocer de otra forma ficciones como la que desarrolla Crisis. Las investigaciones que desenmascaran las ambiciones y los crímenes de gobiernos corruptos o de grandes corporaciones suelen estar más vinculadas a trabajos periodísticos. Aquí, en un intento de refresco que además le inyecte un poco de intensidad al asunto Nicholas Jarecki busca un enfoque diferente.
Nos centraremos en el desarrollo de un nuevo opioide de parte de una farmacéutica gigantesca. Alrededor de los opioides y de su uso y consumo, de la aparición de nuevas drogas legales, su comercio legal e ilegal, aparecerán tres historias. Todas están enfocadas no precisamente en desenmascarar a los culpables (sabemos quiénes son) sino en dar una visión general de un problema que se sabe existe, desarrolla adicciones y cuesta vidas humanas.
En primer lugar, un agente de la DEA infiltrado (Armie Hammer) está a punto de capturar a una red que trafica con estas substancias. Su caso se cruza con el de un chico de 16 años que fue utilizado como chivo expiatorio de una entrega de opioides malograda en la frontera entre Estados Unidos y Canadá. La madre del chico (Evangeline Lilly) busca saber lo ocurrido y vengarse en el proceso aunque arriesgue su vida. Mientras tanto, un científico universitario descubre que el nuevo opioide que promete mejores resultados en realidad tiene un potencial adictivo monumental y que sus clientes, los ejecutivos de la farmacéutica, simplemente van a ignorar.
En ese triángulo de circunstancias Jarecki mezcla thriller y drama para mostrar el inhumano panorama de ese tipo de drogas y la falta de ética de quienes las desarrollan y las comercializan legal e ilegalmente.
Por momentos Crisis funciona estupendamente. Gary Oldman en el papel del científico universitario empuja emocionalmente una historia que pintaba para estar atada a escritorios y audiencias y que aquí sale bien librada. La investigación policial tiene su propio color y ritmo. Y es cierto que con el caso de la madre en duelo por momentos uno recuerda el documental El farmacéutico (EUA, 2020) y su estupenda descripción (y análisis) del mismo problema. Pero hay que decir que en su intento de alcanzar todas las esquinas la película de Jarecki pierde por instantes.
No está la rabia de El farmacéutico y no está el punch final del desenmascaramiento. Y si bien la historia de la DEA y los traficantes encuentra su poder y por momentos lo desarrolla muy bien probablemente trate con demasiada condescendencia a los agentes y gobiernos involucrados: ¿con tanto dinero de por medio todos son impolutos y correctos?
Está, eso sí, el interés en un problema real y cercano y la necesidad de hablar de ello. Pero probablemente Crisis tenga demasiado entusiasmo y, a pesar de tratarse de una ficción, carezca de datos que nos anclen en la realidad. Es decir elegir menos puntos de impacto para enfocarse en aquellos que renueven la reflexión alrededor del problema.
Se agradece la aproximación diferente, el escape del camino tradicional que nos llevaría a la utilización de un personaje periodístico. Pero se echa en falta un foco más selectivo, un desarrollo más profundo de situaciones e incluso de personajes. Al multiplicar sus anécdotas Crisis pierde en el discurso. Se muestra la ambición de las farmacéuticas pero la guerra entre el Goliat que representan y el David que conoce su secreto se diluye más de lo que uno quisiera.
Thriller, drama, la frontera norte de los Estados Unidos que deja de ser un remanso pacífico e idílico. Las pinzas sobre una farmacéutica carente de ética en un problema real y duro (el de los opioides y su capacidad de generar adicción). Pero son pinzas a las que les falta filo, diente, garra. Menos era más.
Crisis
(Canadá-Bélgica, 2020)
Dirige: Nicholas Jarecki
Actúan: Gary Oldman, Armie Hammer, Evangeline Lilly, Greg Kinnear
Guion: Nicholas Jarecki
Fotografía: Nicolas Bolduc
Duración: 118 minutos.
