Bestias del sur salvaje
“¿Una niña maravillosa?”
Por Erick Estrada
Cinegarage
Beasts of the Southern Wild es la película de Benh Zeitlin ganadora del Premio del Jurado en la pasada edición del festival Sundance. Se trata de la bizarra historia de una niña encerrada en su propia familia disfuncional (la madre está ausente y el padre vive en un delirio alcohólico) que a su vez se encuentra encadenada a “La Bañera”, un desnivel en los pantanos del sureste gringo y que, eventualmente, será castigado con la furia de un huracán.
Aparentemente la narración principal de Zeitlin es la relación padre-hija, rota, fracturada, atípica, pero fraterna y plena a final de cuentas. Sin embargo, al dotarla de ciero simbolismo y, sobre todo, al quitarle realismo con toques que casi se antojan surrealistas, rompe la lógica de su película y parece apuntarle a varios temas sin dar el blanco al cien por ciento en ninguno de ellos.
Beasts of the Soutern Wild (horripilantemente bautizada en México como “Una niña maravillosa”) es a la vez una disertación poética (o cuasi poética) sobre el hogar, el derecho a vivir donde se quiera y la prohibición que otros deberían sufrir a querer hacernos vivir en un modo o sistema distinto al elegido por uno mismo. ¿Ya suena enredado? Sumen que también hay oposición al sistema económico (¿por qué todos debemos vivir bajo el mismo modelo social y económico?), visiones sobre el futuro (la muerte incluida) y un simbolismo explotado con algo de torpeza sobre lo indomable, lo irreductible y lo impresionante de ciertos espíritus humanos, en este caso, el de la niña casi Huckelberry Finn, casi Alicia en el país de las pesadillas.
La cinta cuenta, lo acepto, con momentos realmente conmovedores y actuaciones de gran, grandisimo nivel. Mucha de su oscuridad y de sus laberintos visuales recuerdan a Tideland (Reino Unido- Canadá, 2005), de Terry Gilliam, incomprendida desde mi punto de vista y precursora, por lo menos, de la descripción del mundo infantil roto, de hadas muertas y rastros de decadencia con que cuenta la cinta de Zeitlin. La muerte, la familia, los amigos, los sueños, la construcción de la personalidad, la fuerza interior y la crueldad de un sistema político y económico, aparecen en fila y casi alfabéticamente en la narración. Eso hace que, muy a pesar de sus momentos logrados, la cosa sea redundante y, lo siento, falsamente inspiradora.
La última imagen es un logro, cierto. Es el resultado de un mantra en el que las frases y las situaciones se repiten casi hasta el hartazgo en una narración que cintas mucho menores y muy parecidas como Alamar (México, 2009) quisieron desarrollar. Pero la falsa profundidad de sus sentencias la derrite antes de que podamos convertirla en algo realmente entrañable.
Eso sí, los corazones con deudas pendientes disfrutarán con el dolor perfectamente disfrazado de filososofía de la superación de esta muy grata película de Zeitlin.
Una niña maravillosa
(Beasts of the Southern Wild, EUA, 2012)
Dirige: Benh Zeitlin
Actúan: Quvenzanhé Wallis, Dwight Henry, Levy Easterly, Lowell Landes
Guión: Lucy Alibar, Benh Zeitlin
Fotografía: Ben Richardson
Duración: 93 min.